IÑAKI ETXARRI
Jueves, 02 Abril 2020
Los agricultores se quejan de que «los trabajadores extranjeros no pueden venir y se quedarán millones de toneladas de frutas y verduras sin recoger».
“Los espárragos de abril para mí, los de mayo para el amo y los de junio para el burro”. Así dice el refranero español respecto al fruto que ahora se encuentra en plena campaña. Pero este año de la pandemia del Covid-19 se corre el serio riesgo de que no haya espárragos ni en abril, ni en mayo… ni en junio. Lodosa, la ‘zona cero’ del espárrago en Navarra, producto con denominación de origen. Jesús Martínez ‘Perón’ tiene una conservera y 30 hectáreas de plantación de espárrago. En estos momentos debería de estar en plena producción, pero «entre lo del coronavirus y otras cosas, estamos a medio gas. No hay temporeros extranjeros y la gente de aquí no quiere trabajar en el campo. Nosotros hemos mandado cinco cartas a la Seguridad Social pidiendo trabajadores y hemos recibido la callada por respuesta. Estamos a medio gas, con 10 o 12 trabajadores, cuando necesitaríamos el doble, pero no hay manera de conseguirlos. Hacemos lo que podemos, pero si esto sigue así se quedará mucho espárrago en el campo».
Las palabras de este agricultor navarro reflejan perfectamente el ‘drama’ que está viviendo el campo español en plena situación de alarma por la pandemia del Covid-19. Para situarnos sobre la magnitud del problema, el sector agroalimentario supone el 8% del PIB nacional, unos 1.300 millones de euros y el 10% del empleo, alrededor de 1,9 millones de trabajadores. Ahora, en plena campaña del espárrago o la fresa y a punto de comenzar la de la fruta de hueso, como la cereza, por ejemplo, no hay mano de obra disponible para la agricultura española, que en estas semanas suele emplear a unas 300.000 personas, y faltan entre 100.000 y 150.000. «Si esto no se soluciona rápidamente se pueden quedar en el campo sin recoger millones de toneladas de frutas y verduras. Ésta sí que es una situación de emergencia nacional», repiten las organizaciones agrarias, desde UPA a COAG, pasando por ASAJA.
Y es que el coronavirus ha paralizado también los viajes de los temporeros que venían a España a recoger las cosechas. El propio ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, considera que el campo necesita con urgencia entre 100.000 y 150.000 trabajadores para las próximas semanas y asegura que está estudiando con las organizaciones agrarias, las comunidades autónomas y el Ministerio de Trabajo qué medidas adoptar para encontrar una «solución» al problema. Desde Lodosa (Navarra), ‘Perón’ dice que «son palabras vacías, no creo para nada las palabras del ministro. No saben lo que es el campo. No son conscientes de la situación desesperada que vivimos».
Las restricciones de movilidad han propiciado que los trabajadores de Marruecos, Bulgaria o Rumanía no puedan venir a España a recoger la cosecha, pero además está el problema de cómo hacer, con esas restricciones de movilidad, que los temporeros que ya estaban en España antes del cierre de las fronteras puedan llegar al campo a realizar su labor. Un problema que no es solo de España sino de toda la UE. Francia necesita 200.000 temporeros, Alemania 270.000, Italia 200.000… «Tenemos que buscar una solución a las necesidades de España y de la lucha contra el coronavirus», ha dicho Planas. «Habrá que buscar soluciones imaginativas», ha añadido. Y es que los ministerios de Agricultura y Trabajo barajan la posibilidad de que el campo contrate a personas de otros sectores que se han quedado en paro y han sufrido ERTEs como consecuencia de la crisis del coronavirus. «Una posible solución sería la contratación de trabajadores del entorno local, personas que en estos momentos se encuentren sin ocupación y que podrían colaborar en estas tareas», se piensa en Agricultura.