Jesús Martínez// Mi Tierra
Ahuisculco, Tala, Jal.- Por ser mayor su rendimiento, las berries siguen ganando terreno a la plantación de agave, consideró Eva Gisela Torres, agrónoma que ha logrado sobresalir en el sector agroalimentario al producir frambuesa, planta que sustituyó por el cultivo de caña.
Entre plantas de caña y agave azul se notas manchones blancos; túneles de plástico que abarcan de una hasta tres hectáreas de terrenos y en su interior mantienen a temperatura planta de frambuesa, cultivo que sigue ganando terreno por las “buenas” ganancias que deja a los campesinos.
El mayor mercado es Estados Unidos, seguido de Europa y Asia, lo que ha permitido que México llegue a exportar más de mil 500 millones de dólares y generar más de 200 mil empleos, según datos de la misma Sader, por lo que se convierte al igual que el aguacate y el tequila, entre los mejores productos agrícolas para exportación.
Gisela Torres además de ser productora, asesora y trabaja en empresas dedicadas a la exportación de frutillas, por lo que su experiencia, comenta, ha sido de éxito para todos aquellos que han cambiado su cultivo tradicional a berries.
Ella comenzó hace dos años a trabajar la frambuesa, a principios del 2019. Ya en mayo se estableció el cultivo de la variedad Adelita, planta que tiene de vida 3 años de producción. En su primera cosecha se tiene un ciclo largo y el segundo año es un cultivo “explosivo”, porque en menos tiempo se tiene mayor cantidad de fruta.
Por hectárea, con un buen manejo, la frambuesa puede dar hasta 24 toneladas de fruto. Este año se ha comercializado el kilo a 110 pesos aproximadamente, y toda la frutilla se va para Estados Unidos, y “cuando la comercializadora se lo propone, se vende en Europa”, comentó la ingeniero agrónomo.
Para que un cultivo de una hectárea sea rentable, tiene que producir por lo menos 12 toneladas, de lo contrario se tiene un mal manejo.
Expresó que anteriormente, su familia mantenía cultivos de caña, pero se decidió a cambiar a la frambuesa luego de investigar y ver la rentabilidad del producto, lo que les permitió tecnificar una hectárea para plantar la Adelita.
Seguirán trabajando con frambuesa, por su producción y retorno de ganancias. Eso sí, advirtió que todos los días en cosecha se tiene que trabajar todos los días, sin tener descanso, “que no es lo mismo que la caña, que solo se viene de vez en cuando a revisarlo”.
En túneles y con un gasto de 4 mil metros cúbicos de agua por año, por ser dirigido, se tiene muy poco costo y gasto de agua.
Por herencia
Siendo su familia originaria del municipio, los abuelos de Eva le heredaron a su madre las tierras que durante años cultivaron con maíz y caña de azúcar.
Años después, la madre de Eva no supo cómo trabajar las tierras e invertía mucho en los cultivos, por lo que Eva, de adolecente decide estudiar para agrónoma y unos años más tarde hereda esas tierras de sus abuelos.
Cuenta que luego de salir de su carrera, vendió una parte de esas tierras para poder iniciar con el proyecto de la frambuesa y así comenzar su nueva historia dentro de la producción alimentaria.
“Me siento satisfecha, porque mucha gente no creía que fueran a funcionar y ahora preguntan que cómo le hice para hacer lo que tengo”, agregó.
Abejas indispensables
Sin las abejas no se tendría producción, porque son indispensables para la polinización.
“Si no tuviera abejas, no tendría fruta. Con ningún producto químico la podríamos remplazar”, agregó.
Ayudan a combatir la plaga Trips, un insecto que deforma nuestra planta y la frutilla.
Las abejas no generan miel, solo polinizan, por eso su gran actividad para que nuestras plantas puedan producir mucho.